Testimonios

Discurso de José Ricketts Escomel (artista pintor) al inicio de la Exposición de Óleos y Acuarelas en el Centro Cultural Chaves de la Rosa (UNSA) el 02/07/99 en Arequipa, Perú.
Arequipa, 1 de julio de 1999 Pequeñita, alerta y vital (grande como una locomotora). Añejada en los rincones más extremos del planeta y nacida por destino en Rupa Rupa (Tingo María) transferida a los 6 meses a Arequipa Martha Puch regresa sobre sus pasos a traernos un manojo de cuadros que hablan de su feminidad, sus batallas, sus lecturas, y sus más fervientes principios humanistas. Son las máscaras de las mujeres que conviven aún hoy con el atropello y el cinismo por un lado; y la mística profunda por el otro. Para conocer la verdadera profundidad es necesario parir y hacer vivir y soñar lo parido. (Y no solo hablo de niños). Desayuna en Montana. Almuerza en Nueva York. Toma tequila en Chihuahua, cena en Houston y finalmente de noche sale a buscar la vida sola (con dos hermosos hijos a cuestas) entre Washington y Fontainebleau donde finalmente asienta temporalmente residencia. Con las armas del castellano, el dibujo, la costura y los retratos por encargo, encara a la vieja Europa donde deja huella y recoge su segundo marido (su actual compañero). Satura el pequeño pueblo para ir finalmente a París, donde hoy goza de vital energía, merecida cultura, dos hijos deslumbrantes y un marido consciente que sabe medir el tiempo y la seguridad. Es sin lugar a dudas una de las mujeres arequipeñas mejor vividas, mejor recorridas y mucho mejor aprovechadas que ha producido esta sorprendente ciudad. Por su valor para vivir. Su sencillez para tratar y su infatigable curiosidad para deslizarse por el mundo, es que recibimos con orgullo la exposicíon individual de esta mujer admirable. Exposición Individual Atentamente, |